El radar que detectará los vuelos ilícitos está en Cochabamba y es de categoría primario 3D, que significa que tiene un alcanza extenso con recepción de buen nivel. Con este equipo deben coordinar la policía antidroga y la fuerza aérea

8 de agosto de 2022, 6:27 AM
8 de agosto de 2022, 6:27 AM

El Comando de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo (Cosdea) será el centro de operaciones de los 13 radares que adquirió Bolivia para el control aéreo. Estos aparatos funcionarán en 12 regiones del país y solo uno -de gran dimensión- se dedicará exclusivamente a detectar vuelos ilícitos. No hay fecha para el inicio de funcionamiento de los radares ni se estableció un trabajo coordinado entre policías militares.

En agosto de 2016, Bolivia adquirió 13 radares de tecnología francesa por el valor de $us 225 millones. Estos equipos fueron instalados en 12 regiones del país. Están en todos los departamentos y en Santa Cruz funcionarán en el aeropuerto Viru Viru, en Roboré y San Ignacio de Velasco. El de Viru Viru es de uso para los vuelos comerciales.

Según información del Cosdea, cuatro radares son de defensa aérea, un primario para la detección de vuelos ilícitos, dos de aproximación de largo alcance para vuelos no cooperativos y seis civiles secundarios para la vigilancia del tráfico aéreo. Estos últimos son los que están en los principales aeropuertos del país: Viru Viru, El Alto, Cochabamba, Trinidad y Tarija.

“Se debe diferenciar los tipos de radares como son los civiles y los militares. Los civiles son exclusivamente para control comercial de aeronaves nacionales y extranjeras y los radares militares son los que van a hacer el control de las aeronaves que realizan vuelos de contrabando, de narcotráfico y aquello que afectaría a la seguridad del espacio aéreo, llegando a determinar el control total del espacio aéreo”, explicó el general Henry Gemio Monzón, comandante del Cosdea.

El sistema está distribuido con seis radares de uso civil y siete de empleo militar. Se habló de que los militares son los que tendrían que utilizar para la lucha antidroga, pero desde el Cosdea se informó que será solo uno el que se dedique a identificar a los vuelos ilícitos, que son los que transportan droga vía aérea. Acá existe un problema para el empleo de este radar: no existe un convenio interinstitucional para realizar un trabajo coordinado entre la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).

Existe la Ley 521 de Seguridad y Defensa del Espacio Aéreo —promulgada en 2014— que necesita ser modificada para que exista una coordinación entre fuerzas militares y policiales.

Esta norma crea un Consejo de Coordinación Técnica-Operativo y no hay ninguna entidad de la Policía en este grupo. Está la FAB, la Dirección General de Seguridad Nacional Aeroportuaria (Digesna), lo que era la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) hoy Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). En punto final se incluye “otros que sean considerados necesarios”.

En Cochabamba

El radar que detectará los vuelos ilícitos está instalado en la ciudad de Cochabamba. Es un aparato primario, lo que significa que es de gran alcance y muy similar al que utiliza Brasil. Según el Cosdea, este aparato -y los otros 12 radares- es uno de los mejores en el continente americano. Será este radar, que según la Ley 521, podrá identificar tres tipos de aeronaves.

Las infractoras, que son “por su conducta voluntaria o involuntaria, modifican su plan de vuelo original sin notificar al control de tránsito aéreo; vulneran o no cumplen las reglamentaciones aeronáuticas; o incumplen órdenes y disposiciones de los controladores aéreos”.

Las aeronaves ilícitas son aquellas “que en tierra o en vuelo, realizan actividades con propósitos incompatibles a las normas de aviación civil internacional; violación del espacio aéreo o actividad delincuencial”.

Y un tercer tipo de aeronaves son las hostiles que son aquellas que “muestran evidentes acciones de agresión, amenaza o intento de fuga. Asimismo, aquellas aeronaves que siendo declaradas ilícitas se nieguen aterrizar o a cumplir órdenes o disposiciones”.

Solo en este último caso este tipo de aeronaves pueden ser derribadas previo pedido de aterrizaje. “Agotadas las medidas y acciones preventivas, disuasivas y coercitivas sobre aeronaves declaradas hostiles, previa advertencia, éstas quedan sujetas a las medidas y acciones reactivas consistentes en el empleo de la fuerza, mediante la agresión física o represión contra la aeronave, cuyo resultado puede manifestarse en daños, derribo o destrucción de la aeronave”, dice el artículo 11 de la ley 521.

Comprados a Francia

Los 13 radares fueron adquiridos a la empresa francesa Thales Air Systems SAS. Estos aparatos no están en operación y no se tiene fecha de cuándo podrán empezar a trabajar. El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, espera que hasta fin de año ya se cuente con el sistema completo.

“Nuestro contrato está vigente, estamos en este momento en conversaciones, esperemos que muy pronto podamos dar la fecha de inicio una vez que nos pongamos de acuerdo, porque hay condiciones tanto de la empresa que debe cumplir para este procedimiento, como también de nuestra parte existen observaciones”, dijo Novillo el pasado jueves.

Según la autoridad existe un 94% de avance para el funcionamiento de los radares. El exministro de Defensa Reymi Ferreira, que firmó el acuerdo con la compañía francesa en 2016, aseguró que todos los radares están en Bolivia y que todos están operables.

“Todos los radares están en Bolivia, todos están instalados. Lo que falta, entiendo, es interconectarlos porque falta el radar de San Ignacio de Velasco. Eso es lo que públicamente se conoce. Decir que estos radares son fantasmas es algo muy vergonzoso. Le repito, los radares están en Bolivia, decir que son fantasmas es como si no existirían. Lo que pasa es que el acuerdo se firmó en 2016 y 2017 empezaron los trabajos. En 2019 hubo el golpe y luego la pandemia y no se pudo terminar el trabajo”, remarcó Ferreira.

Novillo es el tercer ministro de Defensa que debe lidiar con este tema. La firma del contrato se dio cuando estaba en el cargo Reymi Ferreira, luego le sucedió Javier Zavaleta y ahora Novillo. Luis Fernando López estuvo en el cargo 11 meses, pero nunca se refirió al tema.

Una fuente militar explicó a EL DEBER que los 13 radares están en buenas condiciones y que solo los militares esperan una normativa para poder ser utilizados para controlar el espacio aéreo. El uniformado añadió que en las instalaciones del Cosdea hay personal que está trabajando y que fue capacitado en Francia.