El vicepresidente viajó a Buenos Aires y se reunió con residentes bolivianos para recibir el año 5530 del calendario andino amazónico. La Universidad Nacional de las Artes (UNA) le confirió un reconocimiento

22 de junio de 2022, 4:00 AM
22 de junio de 2022, 4:00 AM

El lunes se reunieron por más de ocho horas en la Casa Grande del Pueblo y ayer se juntaron otra vez para recibir al año 5530 del calendario andino amazónico y chaqueño. El presidente Luis Arce y el líder del MAS, Evo Morales, recibieron los primeros rayos del sol, al ‘Tata Inti’, en Tiwanaku. En tanto, el vicepresidente David Choquehuanca estuvo ayer en Argentina y fue allí fue donde recibió el solsticio de invierno de este año.

Arce lideró la ceremonia que tuvo lugar en el complejo arqueológico que está a 71 kilómetros al norte de La Paz y a 3.600 metros sobre el nivel del mar. Además de Evo, estuvo en el acto el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani y una docena de amautas, o sacerdotes andinos, y jefes de ayllus de comunidades aimaras que levantaron sus manos para recibir los primeros rayos del sol y la llegada del invierno.

Así, el ‘Willakuti’ o retorno del sol se produjo cerca de las 07:00 de la mañana y con una temperatura de siete grados bajo cero.

El presidente Luis Arce dijo que el antiguo templo ceremonial de Kalasasaya, que pudo ser el centro espiritual de la cultura tiwanacota, es un sitio cargado de energía donde se debe pedir permiso para recibir el nuevo ciclo agrícola que era la manera con la que las culturas precolombinas manejaban el uso del tiempo y las estaciones.

“Este Año Nuevo significa más armonía, más unidad entre todos y cada uno de nosotros. Este Año Nuevo va a ser el año en que otra vez vamos a volver a bailar, vamos a poder celebrar y vamos a, poco a poco, despedir las malas cosas que han estado viniendo desde algún tiempo atrás. Son pues, los deseos que tenemos para el pueblo boliviano para nuestras hermanas y hermanos bolivianos. Todos queremos lo mejor y todos vamos a trabajar para lo mejor”, afirmó el Mandatario durante la celebración andina.

Complementó que “un año nuevo que siempre nos brinda esperanza a todos y todas, donde siempre hay buenos presagios, donde sabemos que va a haber una buena cosecha, una buena siembra y una buena producción en nuestras tierras”, señaló Arce.

El evento central se inició a las 04:00 y estuvieron invitados representantes de legaciones diplomáticas, autoridades locales y decenas de ciudadanos. Mientras que los ministros de las diferentes carteras de Estado encabezaron los actos en las apachetas, ubicadas en distintas localidades de los nueve departamentos del país.

Ubicada a 20 kilómetros del lago Titicaca y a 71 de la ciudad de La Paz, Tiwanaku es un enorme conjunto de ruinas que se extiende sobre un área de 420 hectáreas.

La festividad comenzó con música autóctona, folclore, rock y una ofrenda a la Pachamama, la Madre Tierra. Esta ofrenda consiste en una “mesa dulce” que se quema como señal de buen augurio.

El Gobierno dispuso al menos 222 sitios ceremoniales de los pueblos indígenas del territorio nacional donde se celebró esta fiesta. En el departamento de Santa Cruz, la ceremonia central, llamada “el lucero del alba” tuvo lugar en Samaipata, donde se encuentran restos arqueológicas, declarados Patrimonio de la Humanidad en 1998 por la Unesco.

San Ramón también celebró con bailes en la plaza principal, donde se presentaron Los Yarituses de San Javier y Las Mamas de San Antonio de Lomerío. Luego, la población de se trasladó a participar del ritual en el Mirador Turístico Amazónico-Chiquitano. El alcalde de San Ramón, Germán Padilla, manifestó que la actividad une a los pueblos y mantiene vivas las tradiciones y costumbres.

También hubo ceremonias en Cuatro Cañadas, San Julián y en otros municipios. Las actividades que estuvieron encabezadas por los alcaldes y autoridades locales.

La alcaldesa de El Alto, Eva Copa, llegó a la zona Alto Milluni, que está a los pies del nevado Chacaltaya (5.380 metros sobre el nivel del mar) y fue allí donde recibió los primeros rayos del sol. Además, la autoridad tomó juramente a sus nuevos subalcaldes en el marco de usos y costumbres. Organizaciones sociales y campesinas que la apoyan estuvieron en el acto que se desarrolló a 10 grados centígrados bajo cero.

En Argentina, Choquehuanca se reunió con colectivos bolivianos en el municipio de Florencio Varela y, más tarde, se trasladó a la ciudad de Moreno, en la provincia de Buenos Aires, donde festejó el 5530 año andino amazónico y chaqueño. El acto tuvo lugar en la Reserva Ecológica Los Robles, un escenario que congregó a centenares de personas que protagonizaron ceremonias ancestrales y ofrendas a la Madre Tierra.

Tras ese acto, el vicepresidente recibió un reconocimiento de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) por apoyar “la lucha por la democracia de los pueblos”.

Choquehanca habló sobre el equilibrio de la naturaleza y el medio ambiente y se mostró contrario a “la explotación capitalista”.

El embajador de Bolivia en Argentina, Jorge Ramiro Tapia Sainz, destacó la presencia del vicepresidente en una fecha a la que calificó de “milenaria”. El diplomático informó que la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad de la Plata le otorgó el Premio Rodolfo Walsh por “trayectoria en favor de la lucha por la democracia de los pueblos”.

CICLOS
El cálculo del año 5530 resulta de la suma de los cinco ciclos, cada uno de mil años de historia social de los pueblos originarios hasta que Cristóbal Colón llegó a América en 1492. A eso se añaden los 530 años desde el arribo de los españoles.

CIVILIZACIÓN ANTIGUA
Tiwanaku es una de una de las culturas líticas más longevas del mundo que se extendió por 15 siglos, desde el 400 a.C. al 1172 d.c. Gran parte de su legado aún está enterrado.